A veces, nos
encontramos personas a lo largo de nuestra vida, unos se quedan,
otros se marchan por su propio pie, pero hay siempre alguna
excepción, una persona a quien quieres mucho, muchísimo,
pero por circunstancias, porque a su lado las cosas no van bien,
tienes dejar que se vaya, realmente, solo quieres lo mejor para él,
has intentado darle tu apoyo, has querido sacarle todo lo malo que
traía a cuestas pero, no puedes intentar darle todo a alguien
que responde mirando para si mismo. Yo una vez me enamoré,
quizás fuera la mejor sensación que he tenido en mi
vida, el ver a esa persona y sentir algo inexplicable, yo diría
que un primer amor jamás se olvida, pero la gente puede tener
razón, uno se puede volver a enamorar, una y otra vez; la
verdad, eso no me preocupa, pero si, todos sabemos que vida hay una y
hay que saber disfrutarla y quedarse con lo mejor de la gente, porque
de cada persona, se puede aprender algo, y yo, he aprendido mucho,
entre muchas cosas, que, no las despedidas son un adiós,
también aprendí que cada persona guarda algo bueno
aunque no siempre sepan sacarlo, que los sentimientos no son fáciles
de olvidar si son verdaderos, que siempre tenemos un niño
dentro que sacamos en los momentos oportunos y nadie debe olvidarse
de él , también he aprendido que hay que saber llevar
las cosas sin desesperarse y que todo lo que empieza, acaba.
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